El mantenimiento de la piscina comunitaria en los meses de invierno es clave para que podamos disfrutar de ella en verano
Con el fin del verano en la comunidad de vecinos llega el momento de tomar la decisión de cerrar la piscina comunitaria. Las opciones que se suelen plantear son dos: vaciarla completamente y limpiarla con productos especializados o realizar un mantenimiento de la piscina comunitaria, tratando el agua y cerrándola perfectamente para no tener que volver a llenarla cuando llegue el verano.
La primera opción, vaciarla completamente, puede parecer la más sencilla pero también es la más cara, ya que el coste de llenar la piscina comunitaria el verano siguiente puede hacer mucho daño a las cuentas de la comunidad de vecinos. Además, la puesta en marcha el verano siguiente es más complicada y el impacto en el medio ambiente es mayor por el gran consumo de agua que supone.¿Las ventajas? Se pueden detectar más fácilmente las grietas y roturas de la piscina comunitaria y repararlas a tiempo.
La opción de realizar un mantenimiento de la piscina comunitaria puede ser más interesante para la comunidad de vecinos, siempre y cuando se realice con garantías. Por ello es importante dejarse aconsejar por su administrador de fincas. En AFI trabajamos con empresas que nos ofrecen las máximas garantías para que ese mantenimiento de la piscina comunitaria sea perfecto y, a la vez, permiten un ahorro a la comunidad de vecinos.
A la hora de acometer el mantenimiento de la piscina comunitaria hay que seguir una serie de pasos básicos:
1- Bajar el nivel de agua (lo recomendable son dos tercios de su volumen habitual).
2- Limpiar el fondo y las paredes de la piscina comunitaria.
3- Lavar los filtros y engrasar las válvulas.
4- Limpiar y proteger la bomba. Lo mejor es guardarla en un lugar seco.
5- Aplicar los productos químicos adecuados para bajar el nivel de PH y evitar la descomposición del agua. Estos productos suelen usarse dos veces, una cuando se cierra la piscina y otra en enero o febrero para continuar su mantenimiento.
6- Desconectar el cuadro eléctrico.
7- Colocar una lona de protección para que no caigan hojas y polvo y a la vez prevenir accidentes no deseables. Además estas cubiertas reducen el gasto en productos químicos porque la piscina se encuentra más protegida.
8- Es conveniente hacer funcionar la depuradora cada cierto tiempo (unas ocho horas a la semana, por ejemplo) para mantener el agua limpia y para que los productos químicos se mezclen bien con el agua para garantizar un buen mantenimiento de la piscina comunitaria.
Como vemos el cuidado y mantenimiento de la piscina comunitaria en otoño e invierno es fundamental si queremos disfrutar de ella en los meses de verano con todas las garantías y sin que suponga un coste elevado para las cuentas de la comunidad de vecinos. Aunque en un principio parezca algo sencillo y que cualquiera puede hacerlo, vale la pena acudir a un administrador de fincas como AFI para que le ayude a encontrar la empresa adecuada (por garantías y por precio) para llevar a cabo esa tarea. A veces lo barato suele salir caro y mejor dejarse asesorar para no llevarse un susto el verano siguiente.
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