A día de hoy, sabemos que la convivencia en la comunidad de vecinos es una de las principales preocupaciones de toda finca, ya que es un estamento social muy próximo para la mayoría de ciudadanos. El más cercano pero también el más conflictivo. La gestión de una comunidad de propietarios nunca ha sido tarea fácil, y menos aun cuando salen a flote constantemente nuevas regulaciones, incrementando pues su complejidad en los últimos años, y haciendo de esta profesión una continua puesta al día y contacto con las entidades administrativas.
La figura de un administrador de fincas es un profesional altamente cualificado que se encarga de gestionar las normativas, inspecciones, obligaciones tributarias, reclamaciones ante los ayuntamientos, los comuneros y otras comunidades, entre otras. Por ello, es necesario saber diferenciar entre un administrador de fincas colegiado a otro que no lo es. Una labor que, desafortunadamente, y por pocos conocimientos sobre de los que realmente se trata, está siendo infravalorada en nuestra sociedad.
Los administradores de fincas de cada colegio profesional regional, tiene como reto afrontar todas las exigencias que se le piden a una comunidad de propietarios para que esté todo en su debido orden, con un servicio de calidad pleno y competitivo en precio.
En AFI sabemos que debemos dar valor a un trabajo fundamental para nuestros clientes y que actualmente está infravalorado. Por ello nuestro equipo lo componen Licenciados en Derecho, Económicas, Empresariales con vocación continua de formación en todas las áreas que dominamos.
Desde la entrada en vigor de la ley Ómnibus en 2009, ya no es obligatorio que el administrador de fincas sea un profesional colegiado, pero las diferencias son obvias ya que un buen profesional responde de los servicios con los criterios de independencia, eficacia y responsabilidad.
AFI sugiere 7 trucos para elegir un administrador de fincas profesional porque es la clave para un efectivo funcionamiento de la gestión de una finca, debido a su constante contacto con la Administración Pública, y al día de las obligaciones que las comunidades tienen con el Estado. No solo esto, sino que también la seguridad de los edificios y sus instalaciones están en manos de los administradores.
En conclusión, el administrador de fincas es un profesional cualificado para llevar a cabo la gestión de una comunidad de propietarios correctamente, por lo que desde AFI le recomendamos la contratación de dicho servicio si no quiere verse envuelto en algún destiempo fiscal.
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